sexta-feira, 7 de janeiro de 2011

Oda a la claridad

Yo soy,
yo soy el día,
soy
la luz.
Por eso
tengo
deberes de mañana,
trabajos de mediodía.
Debo
andar
con el viento y el agua,
abrir ventanas,
echar abajo puertas,
romper muros,
iluminar rincones.
No puedo
quedarme sentado.
Hasta luego.
Mañana nos veremos.
Hoy tengo muchas
batallas que vencer.
Hoy tengo muchas sombras
que herir y terminar.
Hoy no puedo
estar contigo, debo
cumplir mi obligación
de luz:
ir y venir por las calles,
las casas y los hombres
destruyendo
la oscuridad.
Yo debo repartirme
hasta que todo sea día,
hasta que todo sea claridad
y alegría en la tierra.

Pablo Neruda




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